En artículos anteriores
comentábamos qué pasaba cuando un deportista se lesionaba y apuntábamos varias
técnicas que permiten favorecer el proceso de recuperación. Hoy nos vamos a
detener en una de ellas: la visualización.
Es una habilidad cognitiva cuya
función es elaborar representaciones de objetos, situaciones o actividades y
reproducirlas mentalmente, incluso cuando han dejado de estar presentes. Por
tanto, nos permite crear o recrear una experiencia en nuestra mente.
Si bien tiene un gran
componente memorístico, nuestro cerebro es capaz de construir una imagen
combinando distintas partes de la misma. En otras palabras, podemos crear
imágenes nuevas a partir de todo aquello que forma parte de nuestra memoria.
Aunque esta habilidad se denomine
visualización, la recreación o creación de una experiencia en la mente requiere
el uso de todos los sentidos, no sólo de la vista. Por tanto, han de usarse
también los sentidos del olfato, oído, gusto, tacto y quinestésico. Martens
(1982) añade las emociones asociadas a las experiencias, de tal manera que el
deportista cuando esté visualizando la recuperación de su lesión pueda experimentar
las emociones de alegría y alivio que acompañan a la misma.
Pero ¿cómo puede ayudar la visualización en la recuperación de lesiones?