EAR psicólogos

24 de agosto de 2017

LA PACIENCIA EN EL DEPORTE BASE

Foto sacada de www.mindalia.com


Cuando vemos las victorias de Mireia Belmonte, Carolina Marín, Rafa Nadal o cualquier otro deportista exitoso nos genera cierta envidia incluso llegando a fantasear en querer ser ellos. No obstante, cuando te adentras en su día a día y conoces las horas de entrenamiento que realizan, las dietas que tienen que mantener, las grandes ausencias fuera de casa, en definitiva, los sacrificios, se te quitan las ganas de convertirte en ellos. Y es que a todos nos gusta destacar en algo pero nos cuesta más esforzarnos en conseguirlo.

En mi opinión, este es uno de los aspectos más cruciales en el deporte base actual. Los chicos y chicas quieren emular a sus ídolos deportivos: ser igual de buenos, llevar el mismo peinado, tener los mismos coches…. Pero cuando ven que detrás de eso hay mucho esfuerzo y trabajo, no todos están motivados para hacerlo. De hecho, ¿cuántos chicos y chicas, al comenzar la adolescencia empiezan a plantearse dejar su carrera deportiva en favor de quedar más con sus amigos?

En este sentido, es importante que desde pequeños se transmitan expectativas realistas: no todas las jóvenes promesas llegan a ser grandes profesionales del deporte. Para ello, es necesario que, como hablamos en artículos anteriores, el entorno más cercano del joven deportista sea realista. Entrenadores, directores deportivos… tienen que ser prudentes a la hora de hablar con los padres y con los propios deportistas ya que luego llegan las frustraciones y los desengaños. Así ¿cuántos padres y madres, después de haber invertido tiempo, dinero y esfuerzo en la carrera deportiva de sus hijos empiezan a desesperarse porque no llegan los resultados?

Las expectativas realistas son fundamentales. Pero ¿qué son las expectativas? 

13 de junio de 2017

Características del deportista: LA RESILIENCIA

Foto sacada de www.marca.com
Aún con las imágenes en la retina de un Rafa Nadal imparable hacia su décimo Roland Garros, retomamos los posts con este nuevo artículo sobre una de las características de los deportistas más desconocida pero quizás más necesaria: LA RESILIENCIA.

Pero, ¿qué es la resiliencia?
El término resiliencia procede del latín resilio, que significa volver atrás, volver de un salto, rebotar (Kotliarenco, Cáceres y Fontecilla, 1997). En el campo de la Física e Ingeniería Civil se denomina resiliencia a la capacidad de un material de recobrar su forma original después de someterse a una presión deformadora. En las ciencias sociales, se empezó a hablar de este término a raíz de que varios estudios encontraron que algunos niños, que habían pasado por situaciones extremas o traumáticas en su infancia (ej: abandono, maltrato, hambruna, etc.) no desarrollaban problemas de salud mental, abuso de drogas o conductas criminales de adultos.

De acuerdo con esto, se define la resiliencia como aquellas habilidades personales que permiten a un individuo un funcionamiento saludable o la adaptación a un contexto adverso o  acontecimiento disruptivo en la vida diaria (Connor y Davidson, 2003; Luthar Cicchetti y Becker, 2000; Masten y Obradovic, 2006). Schiera (2005) la define como una característica observada en ciertos individuos, que les permite superar, resistir y afrontar las situaciones vitales adversas de una forma más eficaz y con más recursos que la mayoría de las personas.

Esta cualidad se adquiere de forma natural a lo largo del desarrollo, en función de procesos sociales e intrapsíquicos, formando parte, por tanto, de un proceso dinámico multifactorial y global que conlleva adaptarse a las circunstancias del entorno a las que los sujetos se enfrentan (Connor y Davidson, 2003; Fletcher y Sarkar, 2012; Hosseini y Besharat, 2010; Luthar, Cichetti y Becker, 2000).

Desde hace un par de décadas, el mundo de la Psicología deportiva ha empezado a centrarse en el estudio de la resiliencia en los deportistas, y es que a lo largo de una carrera deportiva aparecen muchos momentos duros: lesiones, pocos minutos jugados, presión por ser siempre el mejor,…; que han de ser afrontados y superados. Así, cada vez son más las investigaciones que analizan la relación entre resiliencia y rendimiento deportivo (Gucciardi, Gordon y Dimmack, 2009; Hosseini y Besharat, 2010; Martin-Krum, Sarrazin, Peterson, y Famose, 2003; Yi, Smith y Vitaliano, 2005, De la Vega, Rivera y Ruiz, 2011).

A este respecto, los  dos últimos años de Rafa Nadal nos permiten ejemplificar la importancia de la resiliencia en los deportistas y su influencia en el rendimiento deportivo. Después de ser número 1 de la ATP, a finales de 2014, Nadal encadenaba varios problemas de salud (lesiones, apendicitis…) que le impedían acudir a varios torneos y a los que acudía, mostraba un  rendimiento que no era acorde a lo esperado, cayendo en 2016 a la novena posición en el ranking ATP. Durante este tiempo, muchas eran las dudas, preocupaciones y rumores sobre el futuro del jugador. Pero, es justamente, en ese momento en el que nada sale como uno quiere, cuando se tiene que ser resiliente. Y Rafa lo fue.

Pero ¿en qué consiste ser una persona resiliente?