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13 de junio de 2017

Características del deportista: LA RESILIENCIA

Foto sacada de www.marca.com
Aún con las imágenes en la retina de un Rafa Nadal imparable hacia su décimo Roland Garros, retomamos los posts con este nuevo artículo sobre una de las características de los deportistas más desconocida pero quizás más necesaria: LA RESILIENCIA.

Pero, ¿qué es la resiliencia?
El término resiliencia procede del latín resilio, que significa volver atrás, volver de un salto, rebotar (Kotliarenco, Cáceres y Fontecilla, 1997). En el campo de la Física e Ingeniería Civil se denomina resiliencia a la capacidad de un material de recobrar su forma original después de someterse a una presión deformadora. En las ciencias sociales, se empezó a hablar de este término a raíz de que varios estudios encontraron que algunos niños, que habían pasado por situaciones extremas o traumáticas en su infancia (ej: abandono, maltrato, hambruna, etc.) no desarrollaban problemas de salud mental, abuso de drogas o conductas criminales de adultos.

De acuerdo con esto, se define la resiliencia como aquellas habilidades personales que permiten a un individuo un funcionamiento saludable o la adaptación a un contexto adverso o  acontecimiento disruptivo en la vida diaria (Connor y Davidson, 2003; Luthar Cicchetti y Becker, 2000; Masten y Obradovic, 2006). Schiera (2005) la define como una característica observada en ciertos individuos, que les permite superar, resistir y afrontar las situaciones vitales adversas de una forma más eficaz y con más recursos que la mayoría de las personas.

Esta cualidad se adquiere de forma natural a lo largo del desarrollo, en función de procesos sociales e intrapsíquicos, formando parte, por tanto, de un proceso dinámico multifactorial y global que conlleva adaptarse a las circunstancias del entorno a las que los sujetos se enfrentan (Connor y Davidson, 2003; Fletcher y Sarkar, 2012; Hosseini y Besharat, 2010; Luthar, Cichetti y Becker, 2000).

Desde hace un par de décadas, el mundo de la Psicología deportiva ha empezado a centrarse en el estudio de la resiliencia en los deportistas, y es que a lo largo de una carrera deportiva aparecen muchos momentos duros: lesiones, pocos minutos jugados, presión por ser siempre el mejor,…; que han de ser afrontados y superados. Así, cada vez son más las investigaciones que analizan la relación entre resiliencia y rendimiento deportivo (Gucciardi, Gordon y Dimmack, 2009; Hosseini y Besharat, 2010; Martin-Krum, Sarrazin, Peterson, y Famose, 2003; Yi, Smith y Vitaliano, 2005, De la Vega, Rivera y Ruiz, 2011).

A este respecto, los  dos últimos años de Rafa Nadal nos permiten ejemplificar la importancia de la resiliencia en los deportistas y su influencia en el rendimiento deportivo. Después de ser número 1 de la ATP, a finales de 2014, Nadal encadenaba varios problemas de salud (lesiones, apendicitis…) que le impedían acudir a varios torneos y a los que acudía, mostraba un  rendimiento que no era acorde a lo esperado, cayendo en 2016 a la novena posición en el ranking ATP. Durante este tiempo, muchas eran las dudas, preocupaciones y rumores sobre el futuro del jugador. Pero, es justamente, en ese momento en el que nada sale como uno quiere, cuando se tiene que ser resiliente. Y Rafa lo fue.

Pero ¿en qué consiste ser una persona resiliente?