EAR psicólogos

23 de septiembre de 2013

¿Qué pasa cuando con quien compito es con mi compañero de equipo?.

Recientemente me preguntaban en un medio de comunicación lo que pensaba del fichaje de Raikkonen por Ferrari, ¿cómo le afectaría a Alonso tener como compañero a otro campeón del mundo?. Mi respuesta: en principio, no tiene por qué ser negativo.
 
De hecho, una práctica muy extendida es que los clubes fichen a los mejores jugadores, incluso en un mismo puesto, para mejorar el rendimiento del equipo, o los seleccionadores nacionales elijan a los mejores jugadores de su país para conseguir la mejor clasificación, siendo normal encontrar a muy buenos jugadores luchar por un mismo puesto. Por tanto, el problema no es la mayor o menor competencia por un mismo puesto sino cómo se gestiona, ya sea por parte de los entrenadores como de los jugadores.
 
Pero ¿cómo puede el entrenador gestionar adecuadamente a jugadores que luchan por un mismo puesto?.
 
En primer lugar, es importante que clarifique a los jugadores qué espera de la persona que ocupe el puesto, ya que de esta manera podrán saber qué es lo que se les va a exigir y a partir de ahí, podrán establecer sus objetivos. Por ejemplo, que sea un jugador agresivo, con gran intensidad, o que sea un jugador creativo, que marque el ritmo del partido, etc. Igualmente es conveniente que haya comunicación con ambos jugadores, explicándoles qué cosas realizan bien, cuáles mal y sobre todo, motivándoles para seguir esforzándose por conseguir el puesto.
 
Y los jugadores ¿cómo afrontar adecuadamente la lucha por un mismo puesto en el equipo?.


Es importante que no lo perciban como un ataque personal.  Los clubes no suelen fichar a buenos jugadores para un mismo puesto porque no se fíen de uno, sino porque es una forma de aumentar la competitividad por el puesto, motivando a los jugadores a rendir al máximo, y por tanto, favorecer el rendimiento grupal. En este contexto, algunas variables de personalidad del jugador tienen un papel fundamental, especialmente, el nivel de competitividad.

Pero ¿qué es el nivel de competitividad?.
 
Según Martens (1976) la competitividad es “una disposición a esforzarse para obtener algún tipo de satisfacción al establecer comparaciones con algún estándar de excelencia en presencia de evaluadores”. Dado que la lucha por un mismo puesto supone una evaluación en la que el entrenador compara a ambos jugadores con un determinado criterio, el jugador que tenga un mayor nivel de competitividad se sentirá más cómodo y, por tanto, rendirá mejor. En cambio, el jugador que tenga un nivel de competitividad bajo se sentirá mal, e incluso podrá evitar este tipo de situaciones, borrándose de una manera, más o menos consciente, de la lucha por el puesto.
 
Por tanto, para afrontar adecuadamente este tipo de situaciones de comparación es recomendable que los jugadores perciban la situación como un reto, como un acicate que les permita exigirse, esforzarse y consecuentemente rendir más. Y en el caso de que no puedan hacerlo, otra posibilidad sería centrarse en patrones autorreferenciales, dejando a un lado la comparación y centrándose en su propio rendimiento, en la mejora de uno mismo.

 

2 comentarios:

  1. Me ha gustado bastante tu blog, y este post en especial. Pero me surge una duda en cuanto a cómo gestionar este tipo de conflictos cuando se da en un deporte individual como pudiera ser el atletismo. Esto es, que en un mismo equipo o club, los intereses de un atleta no vayan más allá que ganar por todos los medios a su compañero, en vez de centrarse en que su propia acción sea la mejor posible.

    Muchas gracias, un saludo.

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias por tus comentarios. Con respecto a tu duda, en los deportes individuales sin oposición como es el caso del atletismo (vs. tenis, por ejemplo) los deportistas suelen plantearse objetivos referidos a una marca (bajar el tiempo, saltar mayor altura, lanzar más lejos...). Cuando un atleta se plantea como objetivo superar a un compañero no se está beneficiando ya que el hecho de ganar a ese compañero no le asegura ganar por ejemplo una carrera. Si su compañero se queda el octavo y él el séptimo, ¿estaría satisfecho? Para reconducir el tema habría que hablar con el atleta y ver cuales son sus objetivos reales. Una vez clarificados, establecería con él los pasos a seguir para conseguirlos. Reforzando todos aquellos esfuerzos y logros que no tengan que ver con el compañero.

    ResponderEliminar

¿Qué te ha parecido este post?